3 de marzo de 2011

El artista

Se había levantado temprano, notaba el que el arte le fluía por las venas y no era cuestión de desaprovechar aquello.
Su primera obra de arte rechazó mostrarla… el mundo no estaba preparado para algo como aquello, la llamo
“Mojón sobre lienzo blanco V. 2”.

Era muy dado a utilizar tecnicismos en sus composiciones (o descomposiciones), creía que le daba un aire más refinado.
Arroyó con lo que había por encima de la mesa, un croissant duro del día anterior, el envoltorio de una magdalena y un par de palillos, dejando constancia de su presencia con una obra etérea a la que tituló “El diablo viste con Falda”.
Había leído a Nietzsche mientras trabajaba en “Mojón sobre lienzo blanco V. 2” y creía no tener límites, él era el “Superhombre” y gracias a sus trabajos todos lo iban a saber.
Corrió hacia la calle y se paró en el primer portal de madera que vio, con una pequeña navaja que utilizaba para mondar fruta grabó una frase que le rondaba por la cabeza “El ginecólogo disfruta”… ahí dejaba constancia una vez más de su profundo pensamiento.
Las ideas acudían a él a borbotones, no había forma humana de parar aquello, debía compartirlo.
Durante el resto de día expuso su arte, de todo tipo, urbano, art-decó, puntillismo, pintura rupestre incluso el arte marcial con una señora que se enfadó con él por pintarle un Cobi en el buzón de su casa.
Después de aquello, desapareció del pueblo y nunca nadie ha vuelto a saber de él… sólo nos quedará su arte.
El artista”Las sillas también tienen necesidades”

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo más mejor