Cabizbajo y dubitativo… así me encontré a mi abuelo el otro día.
Primero pensé que era la tristeza por la obras, las que tenía enfrente de casa habían terminado y ahora el hombre no sabía que hacer… la de tardes que se había pasado con su copita de Magno viendo como llenaban aquel tremendo socavón con cemento… y criticando.. “que si en mis tiempos esto se hacía a mano.., con una cuba, pero dónde se ha visto esto, claro que no hay trabajo.. las máquinas, las máquinas terminarán con nosotros.. suerte de Sarah Connor” (esta última parte me dejó sorprendido a la vez que preocupado.. de dónde había sacado quién era Sarah Connor y que cojones tenía que ver ahora con el cemento.., pero bueno la mente de un anciano es algo misterioso y desconocido…).. a lo que íbamos.
- Abuelico, dime tú…
- Déjate de la Heidi de las narices, una guerra tendrías que haber pasado y otra ella.. verías como se le quitaban las ganas de cantar.. mano dura es lo que hacía falta con esa niña.. hay si fuera nieta mía…las máquinas, las máquinas terminarán con nosotros
(aquí de nuevo me preocupé.. en cuestión de 2 días había más revuelo con la profecía de Skynet que en todo Terminator 4)
- No hombre no, las máquinas no nos matarán… ¿quieres apalear al furby?, es pequeño, tierno, no se quejará y además es una máquina…
- No, déjate.. seguro que cuando esté durmiendo viene y se me mete en la boca y me orina o algo peor… hijo, tu abuela no me pone…siempre con la braga faja… yo quiero ver carne, hijo, carne (esta última palabra a poco a poco y puntualizando cada letra, como si fuera un efecto Matrix)
Con gran estupor miré la cara de aquel hombre.. que me cambiado el culo.. que me había llevado a pescar y (sólo como pasatiempo veraniego) me había enseñado cuando una mujer llevaba relleno o no en el sujetador,
- Tranquilo, “yayo”.. tengo la solución…
Y vamos si la tenía, lo había visto días atrás.. seguro que esto hacía saltar la chispa otra vez entre los entrañables octogenarios..
