13 de abril de 2010

Música pa tí, música pa mí…

Me siento un poco como aquellos abuelos de los años 40-50 que esperaban con ansia y alegría la llegada de la radioactividad. Ellos sabían que aquello era bueno, pero no en un sentido superlativo, sino como algo que se iba a quedar allí, remanente y aletargado,  con ellos durante mucho tiempo, ayudándolos en sus quehaceres diarios y haciéndoles sus vidas más sencillas.

 

Pues bien, está mañana me he encontrado con este video, que no tengo ni pajolera idea de que va (y aunque lo veas, no sabrás de que cojones habla), pero creo que es bueno, te aporta esa energía a primera hora de la mañana que necesitas para aguantar al tío de la mesa de al lado mientras se come el bocadillo de panceta envuelto en papel de periódico.. “mientras me nutro, disfruto” decía el muy guarro y aporreaba el teclado con sus manos mamporreras llenas de aceite…

 

 

Si bien el video no lo he podido entender (tan sólo te digo que a veces confundo el japonés con el klingon..), mirándolo me puedo hacer una idea de la historia que intenta explicar…que al parecer es como una película de Almodóvar.

 

Sinposis del Video

Paqui, una menor dependiente de supermercado de un barrio de los suburbios de Kyoto, adolece de problemas mentales debido al amoniaco que tiene el tinte que utiliza para ponerse de rubia y le hace ver a hombres que vuelan. Hasta aquí todo normal.

Un día, al ir a coger el metro para dirigirse a su trabajo, un travesti portugués (Roldo) la hace caer por las escaleras y mientras ella se maldice por haber dejado las clases de funky  que le hubieran hecho más hábil, el misterioso travestí sube al tren.

Roldo, inmerso el la lectura de la carta de amor que su novio gay le ha escrito (Aldo) , se pasa de estación, mientras Paqui (debido a sus problemas mentales) salta como una loca en la estación al ritmo de Funky, Funky!, pensando que está en el gimnasio.

Roldo entra en el lavabo corriendo para afeitarse, pero se equivoca, no tiene muy clara su sexualidad ya que todavía no se ha operado y cuando saca el cimbel descubre que hay un otro transexual repeinado (Chuche)  que le confunde con su amigo  Spicy  (Aldo) y lo llama.

En un principio, el lo ignora y se maquilla, pero algo en su mente le dice que siga a Chuche.

Mientras tanto, Chucue llora por la temprana perdida de su virginidad con el único fin de conseguir una entrada para ver a los Tokyo Hotel y descubrir después que no son de Tokyo!

Aldo, (Spicy), enfermo debido a que a trabajado toda su vida en una mina de sal, le hace cariñitos a Chuche en un parque dónde sólo acuden yonkis y travestis y descubre con estupor que Roldo está “enamorado” de Chuche. Aldo tras recibir una paliza de Roldo decide luchar por el premio que le espera tras las nalgas de Chuche, mientras que Paquí continua con su demencial baile en la estación, mientras sueña en someter a su antiguo novio Aldo, que la dejó el día de la boda en el altar ya que no estaba seguro si le gustaba la carne o el pescado, tras haber probado y repetido insistentemente de su sexualidad a pesar de ella ser mocita.

De aquí fluye una pesadilla onírica a lo David Lynch / William S. BURROUGHS en la que ella y su megalomanía ven como el mundo sucumbe a sus pies en una especie de orgía carnal con todos los personajes que la rodean, en la que sin saber muy bien como acaba poniendo fin a la vida de Aldo.

 

Pues si esto te parece raro, mira el video.

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